miércoles, 27 de febrero de 2013


ÉTICA O MORAL: LA CUESTIÓN DEL NOMBRE

Araceli Jara Cotrina

Según la GER, Ética deriva del término griego ethos[1] que significa “costumbre” “modo habitual de obrar”; y el término Moral proviene  de la expresión latina moralis, que derivaba de mos (en plural mores) y significaba costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recogían el sentido griego de êthos (las costumbres también se alcanzan a partir de una repetición de actos).

Así, en la etimología, hay poca diferencia entre ética y moral; una y otra hacen referencia a una realidad parecida. Es por ello, que algunas veces ética se utiliza como sinónimo de lo moral, a veces connotando más dimensiones religiosas como por ejemplo filosofía moral o ética cristiana.
La ética es parte de la filosofía, por eso se le llama moral filosófica o moral natural. Considera concepciones de fondo, principios, normas y valores que orientan a personas y sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones universales u objetivas.  La moral forma parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados.
La Ética como sustantivo se reserva para la ciencia que se refiere al estudio filosófico de la acción y conducta humana considerada en su conformidad o disconformidad con la recta razón”[2]. La noción de moralidad responde a un conocimiento y convicción espontáneos de la diferencia objetiva entre el bien y el mal, y de la posibilidad del hombre de elegir entre ambos. La moralidad es una dimensión propia del obrar de criatura racional y libre, que resulta de su ordenación al fin último que Dios mismo a impuesto a toda la creación y que el hombre es capaz de conocer y moverse por sí mismo a alcanzar. Y por ello, se puede decir que la ética estudia lo moral; y aunque son distinguibles, las dos se complementan.
Otra distinción de estos términos, nos lo da Rodríguez Lozano en un libro titulado “ética”, en el cual, expresa que ética es la ciencia que estudia el “cómo debe ser” de la persona humana y ello se expresa mediante el lenguaje prescriptivo (que prescribe o recomienda) y valorativo que es el que conduce a evaluar una conducta de acuerdo con unos criterios. La aplicación - de estos criterios - se efectuara como norma, obligación o llamado de conciencia (lenguaje prescriptivo). De esta manera según el autor la moral es referida a la conducta del hombre que obedece a unos criterios valorativos a cerca del bien y del mal; y la ética estudia la reflexión de tales criterios, así como todo lo referente a la moralidad.
Pero cuando hablamos de ética filosófica y moral o ética cristiana aquí si cabe hacer distinción: porque cada una tiene un método y fin al que se dirigen.
Ciencia
Método
Fin
Ética Filosófica
razón
La felicidad o perfección del hombre en su existencia terrena.
Ética cristiana
Razón y fe (argumenta a partir de datos que le ofrece la revelación, especialmente la vida y enseñanza de Jesús)
La felicidad o perfección sobrenatural y ésta se encuentra en Dios
Sin embargo Miguel Giusti[3] nos habla de estos términos como una disputa filosófica, cuyas consecuencias las vivimos hoy.
Giusti define a la ética como una disciplina filosófica, que se ocupa del “deber ser”, que procura brindar pautas normativas para la acción. Se diferencia de otras ciencias (derecho, economía, psicología, etc.) en que ella tematiza valores universales, mientras que las otras ciencias se resisten a interferir en enunciados valorativos.
Desde sus inicios la filosofía ha considerado al problema ético (problema del bien, de la vida buena o de la felicidad) como una de sus preocupaciones centrales; pero este problema se agudiza en la edad moderna con el programa de la ilustración. Es en la modernidad, donde se utiliza el término “moralidad” para designar la fundamentación moderna de la ética. Y el término “eticidad” para referirse al modelo aristotélico.
Así pues si se quiere hablar de diferencia entre ética y moral, se puede decir que es fundamentalmente histórica, ya que en la etimología son sinónimas, una y otra en cuanto disciplinas filosóficas, se proponen brindar una fundamentación racional de dichas costumbres.
Ante el problema suscitado en la modernidad cabe preguntarse lo siguiente: ¿porqué en la época moderna ya no se habla de ética si no de moral? En la época moderna, como consecuencia del programa de la autofundamentación de la razón, aparece un pluralismo ético; y en este contexto muchos conceptos cambiaron de significado, ya no significan lo que significaban antes. De ahí que en la modernidad ya no se utilice el término ética (que tiene una estructura teleológica = estudio de los fines) y se cambie por moralidad (que hace referencia a la moralidad de los actos humanos, teniendo como punto de partida la autosuficiencia de la razón), es por ello que estos términos siempre van ha ser excluyentes (diferentes) desde el punto de vista histórico (diferencia histórica, referida en párrafos anteriores).
De igual manera sucede con los términos “valores” y “virtudes”, actualmente o se habla de “ética de valores” o de “ética de virtudes”, pero de ningún modo “ética de valores y virtudes”. El término valores esta reservado para los que se consideran modernos (ámbito público) y el término virtudes reservado sólo para los conservadores o tradicionalistas (ámbito privado).



[1] El éthos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos. carácter que se logra mediante el hábito y no por naturaleza."
[2] Gran Enciclopedia de la Rialp.
[3] GIUSTI, Miguel. “ALAS Y RAICES, ensayos sobre ética y modernidad”. Pág. 175.